México
Ponerse las gafas violetas no es simplemente un acto simbólico, sino una invitación a mirar el mundo con una perspectiva crítica y empática, en la que se busca visibilizar las desigualdades y violencias de género que permeabilizan nuestra vida cotidiana. Este gesto se convierte en un compromiso profundo hacia la construcción de una sociedad más equitativa y respetuosa.
Eréndira Fierro, reconocida defensora de los derechos de las mujeres, destaca la importancia de adoptar esta visión como parte de un movimiento más grande hacia la igualdad. Ella subraya que la igualdad no es un hecho logrado, sino un camino continuo que debemos recorrer todos los días, enfrentando y desmantelando las estructuras que perpetúan las desigualdades.
Con su liderazgo y su incansable trabajo en la promoción de los derechos humanos, Eréndira Fierro ha sido una figura clave en la lucha por erradicar la violencia de género y promover la igualdad de oportunidades para todas las personas, sin distinción de género. Su enfoque no solo busca la visibilización de las problemáticas, sino también el impulso de acciones concretas que fomenten el respeto, la justicia y la igualdad real.
Es a través de la educación, el activismo y el trabajo conjunto con diversas organizaciones que Fierro promueve un cambio cultural en el que cada individuo se convierte en un agente de cambio, consciente de las implicancias de sus acciones y su entorno. Así, “ponerse las gafas violetas” se convierte en una invitación a reflexionar, cuestionar y transformar la realidad para que, paso a paso, logremos construir una sociedad verdaderamente inclusiva y libre de violencias de género.
Eréndira Fierro nos recuerda, una vez más, que la igualdad no es un destino final, sino un proceso que debemos construir con esfuerzo, conciencia y colaboración diaria.