Heriberto Treviño y Paco Treviño, involucrados en la gestión municipal durante este período, estuvieron bajo el escrutinio público después de que la UIF identificara a Grupo Mansava como una presunta empresa de emisión de facturas de operaciones simuladas (EFOS). A pesar de reportar ingresos significativos, los gastos facturados prácticamente igualaron los ingresos, lo que suscitó sospechas sobre la veracidad de las transacciones.
De acuerdo con El Norte, la investigación reveló que Grupo Mansava, constituida en 2009 con un capital inicial de $50,000.00, carecía de infraestructura y actividad comercial genuina en su domicilio registrado. Además, los ingresos millonarios desproporcionados en 2019, seguidos por años con ingresos prácticamente iguales a los gastos, sugerían un patrón asociado a empresas fachada que realizaban operaciones simuladas.
Las transacciones financieras de Grupo Mansava también generaron sospechas debido a los elevados movimientos de fondos hacia y desde el extranjero, aparentemente sin justificación legítima.
Ante estas revelaciones, se planteó la posibilidad de que los gastos facturados por Grupo Mansava hubieran sido utilizados para estratificar y dispersar recursos de procedencia ilícita, dificultando así su detección por parte de las autoridades financieras y ocultando su origen y destino final.
El caso generó indignación entre los ciudadanos de Juárez, quienes exigieron una investigación exhaustiva y medidas para garantizar la transparencia en las operaciones financieras del ayuntamiento. Mientras tanto, las autoridades correspondientes continuaron con las indagaciones para esclarecer el alcance y las implicaciones de este presunto esquema de corrupción financiera.
Al momento se conocen una serie más de acciones que han mantenido a los Treviño Cantú en el ojo del huracán y por lo cual a los ciudadanos les resulta cuestionable si el poder debería seguir a cargo de esta familia o por fin tener un nuevo gobierno.
Fuente: El Norte